domingo, 27 de abril de 2008

Idioma Español 1er año - Los morfemas

Morfema

Morfema, signo lingüístico mínimo en que pueden descomponerse las palabras de una lengua. Constituye la unidad mínima del análisis morfológico o gramatical.
Algunos autores lo denominan monema y distinguen dos tipos, lexemas y morfemas, dependiendo de si su significado es léxico o gramatical. En la actualidad se suele utilizar el término morfema para todos ellos.
Los morfemas no pueden descomponerse en otros signos, unidades con significante y significado, pero sí en fonemas, que tienen significante y capacidad de diferenciar significados (cama se distingue de cana por la oposición entre los fonemas /m/ y /n/), pero que no son unidades con significado.
Los morfemas son unidades abstractas con significante, el segmento fonémico o morfo, y significado constante.
Hay que tener en cuenta que por morfo se entiende la serie de fonemas, y no de grafemas. Así, blanquecino y blancuzco presentan un mismo morfo, /blank-/, mientras que pedagogía y pedagogo presentan dos morfos de un mismo morfema, /pedagox-/ y /pedagog-/. Si dos o más morfos fonémicamente diferentes tienen un mismo significado y están en distribución complementaria, es decir, no comparten contextos, se denominan alomorfos de un mismo morfema. Según este criterio, los citados /pedagox-/ y /pedagog-/ son alomorfos, pues uno aparece delante de vocales anteriores, /i/ y /e/, y el otro delante del resto. Sin embargo, hay autores que denominan alomorfo a cualquier variante de un morfema, sin necesidad de que presente una distribución complementaria con otros e incluso si se trata de una variante única. Desde este punto de vista, los morfos /-s/ y /-es/ son alomorfos del morfema de plural; el primero aparece tras vocales y el segundo tras ciertas consonantes y las vocales í o ú, de manera que comparten algunos contextos (bigudís, bigudíes).
En algunos casos, la ausencia de un segmento fonémico para expresar un significado, se interpreta como morfo cero (usualmente expresado morfo Ø). Así, tanto en niño como en niños, aparecen tres morfos: niñ-o-s, con los significados de “niño”, “masculino” y “plural”, y niñ-o-Ø con los de “niño”, “masculino” y “singular”. El objetivo de utilizar esta unidad ficticia es conservar un paralelismo entre morfema y significado. En ocasiones, también se utiliza el morfo Ø como alomorfo del morfema de plural: crisis-Ø, frente a casa-s o mantel-es.

CLASIFICACIÓN DE LOS MORFEMAS

Criterio semántico
Según el tipo de significado expresado por los morfemas, estos se dividen en:

Morfemas léxicos o lexemas. Son morfemas con un significado léxico común a otras palabras de la misma familia: /blank-/ en blanco, blanquecino, blanquear, etcétera. Véase Lexema.
Morfemas gramaticales. Dentro de estos, se distingue entre morfemas flexivos y morfemas derivativos.
Los morfemas flexivos, o desinencias, indican categorías gramaticales como género, número, persona, etcétera, y dan lugar a los paradigmas flexivos de las palabras. Las palabras variables de una lengua, en español sustantivos, adjetivos, verbos y algunos determinantes, deben aparecer bajo una determinada forma flexiva para poder formar parte de sintagmas.
Los morfemas derivativos son aquellos que dan lugar a palabras con significados léxicos diferentes de las palabras de las que derivan (morfemas significativos, o derivativos propiamente dichos) o añaden a la palabra base un significado apreciativo (morfemas apreciativos).
Estos son algunos ejemplos de realizaciones de morfemas flexivos:


–o, de género, y –s, de número, en niños.
–ba-, de modo y de tiempo, y –n, de número y persona, en cantaban.
Puede observarse en el ejemplo anterior que la relación entre morfemas y morfos no siempre es una correspondencia unívoca. De hecho, en las lenguas flexivas, es muy frecuente que varios morfemas se fusionen en un único morfo, por lo que estas lenguas se denominan también lenguas fusionantes.
Algunos morfemas derivativos se pueden ver en:


–er- en panadero, morfema que significa “persona que hace o vende”.
-it-, morfema diminutivo en casita.
El significado de una forma flexiva es siempre predecible o regular, mientras que una palabra derivada puede adquirir nuevos significados o especializarse, de modo que incluso puede desaparecer la relación semántica con la base de derivación. Dicha especialización puede tener lugar tanto en derivados léxicos como en derivados apreciativos. Así, instrumento deriva originariamente de instruir y tirita (apósito para heridas) deriva de tira. Sin embargo, en un mismo período histórico pueden convivir la forma lexicalizada con la derivada: Me gusta el beicon cortado en tiritas.

Criterio sintáctico

Según si los morfemas pueden constituir unidades autónomas o no, se clasifican en:

Libres. En español, los adverbios son de este tipo: hoy, nunca, sí, etc. Y también algunos sustantivos y adjetivos formados por un solo morfema: pan, sol, feliz, etcétera.
Trabados. Deben unirse a otros morfemas para constituir palabras o enunciados autónomos. En español, las preposiciones, las conjunciones, los artículos, todos los determinantes, muchos morfemas léxicos y todos los morfemas gramaticales son morfemas trabados, pues no pueden formar enunciados independientes. Se denominan también morfemas ligados o clíticos.
Un mismo morfema puede aparecer como libre o como trabado (mar frente a mar-in-o).

Criterio distribucional

Los morfemas dependientes se clasifican en prefijos, sufijos, interfijos y circunfijos según su posición de adjunción con respecto a la base: delante, detrás, entre base y otro sufijo no flexivo o rodeando a la base.

0 comentarios :