domingo, 2 de noviembre de 2014

Comentario de "A la deriva" - Horacio Quiroga

Comentario de "A la deriva" - Horacio Quiroga

  • Tema: la lucha por sobrevivir. Cabe considerar que la lucha contra la muerte es un tema universal, a lo largo del tiempo muchos autores trataron y continúan tratando el mismo tema, la diferencia entre ellos es la forma en como lo plantearon. Quiroga lo hace desde la soledad de la selva donde el hombre se enfrenta a la grandeza y a los peligros de la naturaleza.

  • Título: según la clasificación de títulos podemos afirmar que el mismo esemblemático y simbólico, pues a la vez que nos permite entrever el argumento del cuento (hay un hombre que realmente está a la deriva), también simboliza al hombre que lucha contra su destino (en este caso la posibilidad de la muerte).

  • Narrador: si tratamos según la terminología de Barthes, el narrador es omnisciente, su principal característica es que es capaz de conocer lo que hacen, piensan y sienten los personajes, además de narrar en tercera persona. Para identificar al narrador siempre debemos recurrir al texto, como por ej.:
  1. “...de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas...”
  2. “Quiso llamar a su mujer...”
  3. “...se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves...”
                                                                                                       En los tres ejemplos podemos observar que el narrador conoce lo que siente e incluso lo que piensa el protagonista, por lo cual reafirmamos la condición de narrador omnisciente.

  • Tiempo y espacio: no se menciona en el texto ninguna fecha que nos pueda orientar respecto a un tiempo determinado, siquiera la hora es mencionada. La única mención que realiza el autor es al atardecer debido al simbolismo que éste adquiere, la proximidad del fin de la vida. En lo que se refiere al espacio, Quiroga deja percibir algunos aspectos que podrían indicarnos la región en la cual se desarrolla el cuento (puesto que nunca nos dice exactamente cuál es el lugar dónde vive el personaje principal):
  1. “Sentóse en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná.Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.”
  2. “La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar.”
  3. “Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto y en silencio hacia el Paraguay.”
  4. “Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza...”
                                                                                                                         Puerto Esperanza está ubicado en Misiones, Argentina. Tacurú-Pucú se ubica en el Alto Paraná (Paraguay). Además menciona la costa brasileña, todo unido por el río Paraná, por lo cual se deduce que la región que se describe en el cuento pertenece a la triple frontera integrada por Argentina, Brasil y Paraguay, lugar donde se encuentran las famosas cataratas del Iguazú. Específicamente, indica el texto mediante los lugares mencionados, que su casa se ubica en el lado argentino (en Misiones).


  • Estructura: todo cuento puede dividirse en partes para su mejor análisis. Por lo general se dividen de acuerdo a la acción. En este caso dividiremos el texto en cuatro partes:

    1. La mordedura y la llegada al rancho;
    2. Primera incursión al río Paraná;
    3. Pedido de auxilio al compadre Alves;
    4. Segunda incursión al río Paraná.


      La mordedura y la llegada al rancho

      El comienzo es abrupto, la acción que determinará el final surge en las primeras palabras “El hombre pisó algo blanduzco, y de repente sintió la mordedura en el pie.” No hay una introducción, directamente hay una acción, la mordedura de la víbora y enseguida la reacción del protagonista, la mata. Todo lo demás es consecuencia de ese primer momento.

      Las dos “gotitas” de sangre revelan el ingreso del veneno al cuerpo, el protagonista las contempla por algunos segundos, como todo hombre que vive en la selva y es consciente de sus peligros, sabe el riesgo mortal que conlleva esa herida. El efecto del veneno es inmediato.

      Luego de ligarse el tobillo se dirige a su casa, al llegar necesita apoyarse en algo, su cuerpo comienza a debilitarse. Intenta llamar a su mujer pero la voz se “quebró” en un “ronco arrastre de garganta reseca”, la reiteración de un sonido (el de la “r” en este caso) para otorgarle cierto efecto al texto es conocido como aliteración (recurso muy utilizado en los trabalenguas), cuando logra hacerlo le dice que le traiga caña, luego de tomar tres vasos con caña sin sentirle el gusto percibe lo grave de su situación. 

      Lo curioso de este momento es el papel de su esposa, Dorotea, Paulino no le pide caña, le ordena que le traiga caña y ella cumple con el mandato. Se percibe un ordenamiento jerárquico en el cual el hombre manda y la mujer obedece. Él no se digna por un solo instante a pedirle ayuda, lo cual podría cambiar el desenlace del cuento. 

      El autor logra una precisa y perfecta comparación, “Sobre la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla”. La terrible hinchazón asociada a un fuerte vómito lo decidieron a ir, solo, a Tapurú-Pucú.


      Primera incursión al río Paraná

      “Pero el hombre no quería morir...”, en la búsqueda por salvarse ingresa al río Paraná para alcanzar la localidad de Tacurú-Pucú en la cual recibiría atención médica.

      Estando en la canoa los síntomas del envenenamiento se intensifican cada vez más:

      “El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vez- dirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte.
      La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso.”

      La importancia de este momento reside en que el protagonista percibe su impotencia para sobrellevar la situación, comprende que no puede lograr salvarse solo, pierde el sentido de “omnipotencia” que posee todo hombre que está acostumbrado a trabajar en un medio rudo que exige mucho esfuerzo físico y resistencia mental para soportar las inclemencias del tiempo y los peligros de la selva.


      Pedido de auxilio al compadre Alves

      Desesperado busca la ayuda de su compadre, pero he aquí que el autor introduce una aclaración que en realidad termina por levantar dudas, dice el texto que Paulino y Alves estaban disgustados hacia un tiempo, afirmar tal hecho puede llevarnos a suponer que existe la posibilidad que Alves no quiera ayudarlo.

      Al pisar tierra es evidente el estado del cuerpo por el envenenamiento, no le quedan fuerzas para caminar, logra arrastrarse por veinte metros y luego cae vencido por el cansancio. 

      “-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.
      -¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor.”

      Loa voz no encontró respuesta, no sabemos si Alves realmente no estaba o estaba y no quiso prestar ayuda, en ambos casos la ausencia (intencional o no) de este personaje influye directamente en el final del cuento.


      Segunda incursión al río Paraná

      El paisaje que se describe en este cuarto momento se relaciona directamente con la situación del personaje, a esto se le llama paralelismo psicocósmico, el nombre puede parecer algo complicado pero en realidad es algo muy sencillo, la naturaleza refleja el estado físico y mental del protagonista. Imagínate una película donde el personaje se siente muy pero muy feliz, generalmente el ambiente refleja esa felicidad, flores, sol, arco iris, etc. En este cuento Paulino está muriendo y Quiroga refleja de esta manera la naturaleza:

      “El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte.”

      Luego de esta descripción, oscura y “pesada”, el ambiente y sus colores cambian completamente, los tonos del atardecer que mezclan dorados y rojos con un aroma a miel silvestre cubriendo el río otorgan una sensación de paz y tranquilidad. El autor muestra una etapa previa a la muerte, la sensación de bienestar y el delirio.
      Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha asociado las etapas del día con las etapas de la vida de la siguiente forma:
    1. Mañana – nacimiento, surgir de la vida. Infancia.
    2. Tarde – representa la etapa adulta.
    3. Noche – vejez y consecuentemente muerte.

      Quiroga trabaja el cuento de tal forma que el hombre muere cuando se plantea la puesta del sol, no lo hace inconscientemente sino propositalmente. 

      Aunque el personaje sufre muchísimo por el dolor a causa del veneno, no podemos olvidarnos que murió en paz y sin sufrimiento en sus últimos minutos de vida, luchando por sobrevivir.

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