Composición y formación de las palabras
El término latino iuvènis evolucionó, a través de los siglos, hasta dar lugar a la palabra española joven. Juventud, jovencita o juvenil son palabras derivadas de ella. ¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los procesos que hacen que a partir de una palabra se creen otras? Pues sigue leyendo, porque en este artículo analizaremos los elementos que componen la palabra y los mecanismos para crear nuevos términos.
¿QUÉ ES UNA PALABRA?
La palabra es un conjunto de sonidos articulados, que podemos representar gráficamente con letras, a los que asociamos un significado: árbol, río.
ELEMENTOS QUE COMPONEN UNA PALABRA
La mayor parte de las palabras del español están formadas por un lexema o raíz (buen-os) y unos morfemas (buen-os).
El lexema o raíz nos indica el significado de la palabra y, en ocasiones, su familia léxica. Recuerda: las palabras que tienen la misma raíz y se relacionan en su significado forman parte de la misma familia léxica. Observa la información que nos proporciona el lexema en cada uno de los siguientes ejemplos:
• Leche: 'líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías'. De la misma familia son: leche, lechero, lechera, lechería, lechal.
• Café: 'bebida que se hace con la semilla del cafeto'. De la misma familia: cafeto, cafetal, cafetería, cafetera, cafeína.
Los morfemas se unen al lexema para complementarlo o modificarlo. Observa para qué nos sirven los morfemas:
• Aportan una información gramatical de género (masculino o femenino): leona; de número (singular o plural): cintas; de persona: (primera, segunda o tercera): cantaste; de tiempo (presente, pretérito imperfecto...): salimos, etc.
• Modifican el significado del lexema; en este caso, se denominan prefijos (aparecen delante de este) y sufijos (se colocan detrás): releer, jardinero, acusica.
El número de morfemas es inferior al de los lexemas, pero, combinados, dan lugar a un gran número de palabras.
FORMACIÓN DE LAS PALABRAS
La mayoría de las palabras se han creado a partir de distintos procesos de formación. Los más habituales son los siguientes:
• Por composición: añadiendo un prefijo a una palabra ya existente: prehistoria, deslenguado; o uniendo dos o más lexemas: limpiaparabrisas (limpiar + parar + brisa), vinagre (vino + agrio).
• Por derivación: añadiendo un sufijo a un lexema: becario, lobezno.
• Mediante la creación de siglas: palabra formada con las letras iniciales, usadas como abreviatura, de cada una de las palabras que forman un nombre: ONU (Organización de Naciones Unidas), AVE (Alta Velocidad Española).
• Con acrónimos, palabras formadas por siglas que se refieren a objetos o conceptos como si fueran verdaderas palabras, que se pronuncian silabeando, no deletreando: ovni (objeto volador no identificado), radar (Radio Detection And Ranging).
• Tomando préstamos lingüísticos: palabras de otros idiomas: aeróbic, anorak.
CLASES DE PALABRAS
Atendiendo al proceso de formación, se pueden distinguir distintos tipos de palabras:
• Primitiva. No procede de ninguna otra: toro, casa, lona.
• Derivada. Se ha creado por derivación a partir de una primitiva; de toro: torero, toril, torear, toreo.
• Simple. Tiene un solo lexema: tela, miel.
• Compuesta. Consta de dos o más lexemas: malasangre, sacamantecas.
• Parasintética. Formada por composición y derivación: desarbolado, inaccesible.
PREFIJOS Y SUFIJOS
Los prefijos y los sufijos son unidades léxicas más pequeñas que las palabras, formadas por una serie de sonidos a los que asociamos un significado. Modifican el significado del lexema.
Los prefijos proceden en su mayoría del latín o del griego y anteceden al lexema en la palabra (superpoblado, teledirigido…).
Los sufijos van después del lexema; generalmente proceden también de las lenguas clásicas. A veces, cambian la categoría gramatical de la palabra: aterrizaje (sustantivo) de aterrizar (verbo); suciedad (sustantivo) de sucio (adjetivo).
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