Florencio Sánchez (1875-1910), dramaturgo uruguayo. Participó en las guerras civiles de su país y desarrolló su carrera periodística y escénica en Buenos Aires, donde se constituyó en el primer clásico del teatro argentino.
Influido por las ideas del anarquismo y el socialismo y por el teatro italiano, autodidacta, bohemio y enfermo, trazó una obra intensa (veinte piezas), a la que cabe agregar su serie de artículos Cartas de un flojo (1900) y el ensayo El caudillaje criminal en Sudamérica (1903). Murió durante un viaje por Italia, en la ciudad de Milán.
Entre sus obras hay sainetes costumbristas sobre los ambientes pobres suburbanos como los de 1902, Canillita, Moneda falsa, dramas acerca del conflicto entre la vida rural tradicional y el impacto de la inmigración europea M’hijo el dotor (1903), La gringa (1904), Barranca abajo (1905), tragedia que resulta su título más popular y que se estrenó ese mismo año. Además escribió comedias dramáticas con asunto morboso, como Los muertos, Los derechos de la salud, y estudios en torno a los conflictos morales y psicológicos de la clase media urbana: El pasado, Nuestros hijos, En familia.
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